viernes, 14 de agosto de 2009

Menorca: Prehistoria

Menorca es el país de la piedra. Quizá el principal recuerdo que el viajero actual se lleva de la isla sea el de sus calas y el de sus muchas piedras. Hay piedras por todas partes: en acantilados, barrancos, muros, montones… y en monumentos. Viendo Menorca a nadie puede extrañar la abundancia de megalitos. Sin duda los muros que cierran los “tancats” son fruto no tanto de una necesidad de aislamiento cuanto de la necesidad de retirar las infinitas piedras que inundan las tierras agrícolas o de pastoreo. Pero no siempre fue así. Y es que esas piedras calizas, blandas y abundantes, son el material perfecto para construir. Sólo hacía falta un motivo para que aquellos primeros pobladores menorquines se pusiesen manos a la obra, y ese motivo, sin duda, existía.

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