sábado, 15 de agosto de 2009

La Peste Negra: El recuento de los muertos

-
Es muy difícil cuantificar las víctimas de la Peste pues muchas veces las cifras que nos dan los escritores contemporáneos se basan en informaciones poco rigurosas, obtenidas de comentarios de comerciantes y viajeros; y sin contrastar mínimamente. A veces, obedecen incluso a motivaciones de origen más bien poético. Véanse sino estos versos de origen bourguignonne[1] :

En mil trois cent quarante-huit
A Nuits de cent restèrent huit.

O ...

En mil trois cent quarante-neuf
De cent ne demeuraient que neuf.

De todos modos, aunque pudieran estar algo exageradas, las cifras de mortalidad fueron enormes. Para Florencia se nos dice que morían 600 personas por día, o que de cada cinco individuos existentes al comienzo de la Peste murieron tres, o que murió un tercio de la población en los primeros seis meses y más de la mitad en el primer año, e incluso que en el retorno de la Peste en 1382 seguían muriendo de 300 a 400 personas por día.

En Venecia parece que sólo en los primeros cuatro meses (según otros autores, en el primer año y medio) pudo fallecer el sesenta por ciento de la población. En Génova se habla de 40.000 muertos, mientras que en Milán se habla de cifras que van desde los 75.000 a 137.000 muertos. Para Nápoles se habla de 60.000 muertes mientras que, en Sicilia, tenemos el caso de la villa de Trapani que quedó completamente desierta. En su conjunto, la península italiana podría haber perdido la mitad de su poblacion.

Para el caso de Francia, Guy de Chauliac nos dice que falleció la cuarta parte de la población total, lo que no parece mucho si se piensa que para Marsella las cifras alcanzan una mortalidad de las dos terceras partes mientras que en Aviñón habría habido unos 17.000 decesos. En la cartuja de Montrieux, en Provenza, de 35 religiosos existentes en la comunidad sólo se salvó uno que, curiosamente, era el hermano del escritor Petrarca. Para París disponemos de cifras que van de 50.000 a 80.000 muertes según el año en que se haga el recuento.

En otras partes de Europa la mortalidad fue similar. En Viena se nos dice que 40.000 personas murieron en muy poco tiempo y en Londres perecieron 30.000 de los 70.000 habitantes con que entonces contaba la ciudad. Para el total de Inglaterra, se calcula que en unos dos años y medio de Peste fallecieron entre un tercio y un 40% del total de la población, que por aquel entonces debía rondar los cinco o seis millones de habitantes, ello viene a representar una cifra de unos dos millones de muertos. En España las cosas no fueron muy distintas: se nos habla de una Mallorca casi despoblada, de una mortalidad del 60% para muchas comarcas catalanas, de hasta un 75% para Navarra y de un 25% para Castilla, pudiendo haber muerto en la primera oleada acaso un millón y medio de personas.

Por grupos humanos debe destacarse la mortalidad habida entre los religiosos que, debido a su forma de vida en comunidad, eran muy propensos a la transmisión de las enfermedades. Algunos datos nos dicen que en Inglaterra las bajas alcanzaron el cincuenta por ciento, en Montpellier sólo sobrevivieron siete frailes de una comunidad de 140 y en Montrieux, como vimos más arriba, de 35 sobrevivió uno. Parece que entre los propios cardenales, la mortandad sobrepasó el treinta por ciento. Esta disminución de los miembros de la Iglesia fue duradera y acaso no se volvieran a alcanzar los números anteriores hasta bien entrado el siglo XVII.

La extrapolación de las cifras disponibles al conjunto de toda Europa es una tarea muy difícil por no disponer de datos para zonas aisladas ni conocer tampoco la del total de población existente a mitad del siglo XIV. En conjunto, en la segunda mitad del siglo pudo haber una disminución poblacional de quizás treinta o cuarenta millones de personas por todas las causas. Si se supone una población para la época de unos ochenta millones, estaríamos hablando de una mortalidad del 40 al 50 por ciento. Si hemos de referirnos exclusivamente a la primera oleada de Peste (de 1347 a 1349, es posible que la mortalidad no sobrepasara el veinticinco por ciento, lo que vendría a representar unos veinte millones de víctimas. En realidad parece haber una cierta coincidencia en los 25.000.000 como cifra de fallecidos para la primera oleada de Peste. Sin embargo, cuidado, porque la suma de los muertos es para muchos sitios superior al número de los habitantes que había en el lugar.
__________
[1] Les epidemies el les pestes. Imago Mundi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario